Concluida la temporada 50/51, el ahora denominado Club Atlético de Madrid se había proclamado Campeón de Liga y ante la necesidad de prolongar su éxito contando con jugadores más económicos, estableció un convenio de filiación temporal con la Agrupación Deportiva Rayo Vallecano, un club madrileño que por entonces despuntaba en Tercera División. El 11 de agosto, Raúl marcó en su debut competitivo para los wolves al marcar el gol de empate que le valió al equipo local un empate 2-2 al visitar al Everton en el primer fin de semana de la temporada de la Premier League.