Se considera que un equipo ha marcado un gol cuando el balón rebase por completo la línea de meta entre los postes verticales y por debajo del poste horizontal de la portería rival, siempre y cuando no se haya cometido una infracción a las reglas del juego previamente. Campos remató mal un pase bombeado pero Arencibia, también de cabeza, rectificó la trayectoria del balón poniendo el 1-0. Durante diez minutos los madrileños ofrecieron un juego dinámico, rápido, vertical y vistoso, pero fueron únicamente diez minutos los que tardó el Valencia en tomarle la medida a su rival.